Coffee Lover
Recuerdo ese día en el que mi sentido del gusto descubrió el café arábico. Al principio no era redundante, y me repetía una y otra vez que era mejor el café comercial porque “tenía más sabor”. Pasado el tiempo, pude sentir esas nuevas sensaciones y aquel portentoso placer del café de alta calidad (o por lo menos media). Desde ese día, mi lengua solo valora esos granos suaves que conservan la acidez y las propiedades del café.
Tiempo después de tan gigante revelación, estaba bebiendo una taza en medio del ocaso. ¿Qué mejor placer que sentir que tu vida sale del caos gracias a un buen café, un digno ambiente y un hermoso libro?